sábado, 18 de febrero de 2012

Llegada a Roma y primeras impresiones.

El 1 de febrero empezó mi aventura: mi madre, mi hermano y yo nos cogimos un avión, dirección Roma, y aterrizamos en Fiumicino (que es el nombre del aeropuerto principal de Roma). Allí ya empezaron los primeros signos de estar en tierras italianas: nada más salir de recoger las maletas, empezamos a buscar el autobús que yo conocía, y que sabía que el precio oscilaba entre los 4 y los 6 euros de la compañía Terravision. 

Pero al no encontrar en ninguna parte la ventanilla rosa de la Compañía, nos ponemos a buscar con la típica cara de "turistas que no tienen ni idea de donde están" y, como no, enseguida nos abordan los típicos buitres "engaña-turistas". Nos ofrecen una jugosa ida a Roma, en un autobús "super chachi de la muerte y olé" que nos lleva directamente a Roma o, si lo preferimos, una ida tranquila en un tren, que nos lleva directamente a la estación a la que tenemos que ir. Cuando les preguntamos el precio, enseguida se ponen tensos y dicen muy secos "15 euros", intentando ponerlo como un precio tiradísimo, cuando en realidad saben en lo más profundo de su ser que es una barbaridad. Y yo me pregunto: vamos a ver, una persona cuando se va de viaje, coge dinero. Es normal. Pero de ahí a que eso sea tener un poder adquisitivo fuera de serie, y gastárselo sin buscar una alternativa más barata es de ser tonto. Los turistas están desorientados, pero no son tontos, y parece que los italianos de Roma (aún no he visto como se comportan en otros lugares, porque en Nápoles no es tan generalizado) no lo entienden y se ofenden.

De modo que volviendo a la historia del aeropuerto, cuando al chico le dijimos repetidamente que no, pero él, aún así insistía, le terminamos preguntando que buscábamos la Compañía Terravisión. El chico, con todo su morro nos dijo "Está ahí fuera, a la izquierda, pero está cerrado." Y volvió a ofrecernos su compañía con su viaje por unos "miseros" 15 euros.. A mi me pareció sospechoso que un miércoles a las 10 de la mañana estuviera cerrada una empresa que se ganaba la vida de eso, de modo que me fui a verificarlo. Lo primero que me encontré es que al salir, a la izquierda, había un muro... así que entré y pregunté en información turística (que es donde teníamos que haber preguntado primero) y nos dijeron que no había ventanilla, que había que ir hasta el sitio de los autobuses, que pasaban cada media hora, y que se compraban en el mismo autobús. De modo que seguimos las instrucciones y cuando llegamos allí, nos dimos cuenta que habíamos perdido el bus que teníamos que coger para llegar a la hora al tren calculado. Aún así, nos costó 6 euros por cabeza, y nos llevó directamente a la estación de Termini.
Así que ya sabeis: sed turistas, visitad mundo, pero no sed tont@s! ;)



No hay comentarios:

Publicar un comentario