jueves, 21 de junio de 2012

Choques y diferencias culturales


Llevo tiempo pensando en el carácter de los italianos que voy conociendo. A los españoles no hace falta que nos digan que los ingleses son diferentes a nosotros y ni qué decir de los franceses (llegando a un punto casi de asquito mutuo). Sin embargo creo que tenemos tendencia a sentirnos como en casa cuando estamos en Italia. Existe la creencia de que España e Italia son iguales, casi como si fueran hermanas con distinto acento, y creo que a los italianos les ocurre lo mismo con España. Aparentemente tenemos una cultura similar, lo que nos diferencia es el idioma. ¡Pues no señores! Esta creencia da lugar a muchos malentendidos. Los italianos tienen unas costumbres y una forma de ser muy diferente a la española, aunque el afecto mutuo nos haga hacer la vista gorda ante cosas que hacemos que puedan considerar ellos una falta de respeto y viceversa. Por ejemplo, para un italiano no es de mala educación fumarte en la cara cuando tú estás comiendo, ya que (por lo menos aquí en Nápoles) ellos fuman hasta en el baño. No fuman en la ducha porque no se puede. Los españoles erasmus que he visto por aquí forman grupillos en las puertas de los bares y se emborrachan y cantan a grito pelao como lo harían en cualquier parque de Murcia mientras hacen botellón, sin darse cuenta de que todos los miran y los señalan diciendo “mira, ya están los españoles dando la nota”.
Italia se quedó estancada en la mentalidad de los 60 para muchas cosas, sobre todo unas ciudades más que otras, aunque intenten modernizarse. Es como una contradicción en sí misma. Por un lado las parejas se besan y se tocan rozando el escándalo en la calle sin que a nadie le llame la atención, sin embargo hablar de sexo y educación sexual es casi un tabú. Las mujeres hablan de su independencia y el feminismo, pero luego algunas te dicen que no puedes ir en pantalón corto a tirar la basura porque te van a mirar. Esto son sólo algunos ejemplos vagos de lo que es la vida diaria, a veces tan caótica que no sabes cómo es posible que este cacao de normas no escritas puedan funcionar todas juntas.
Si lo pensamos bien, y lo estudiamos desde un punto de vista histórico encontramos el por qué de todo esto: Italia estuvo primero ocupada por los franceses, que como sabemos son bastante “comedidos” rallando lo “rancio”, con perdón para todos mis amigos franceses (vosotros no sois rancios, a vosotros os amo), y luego llegó la ocupación española con “tó zu zalero”. ¿Y cómo se puede asimilar ambas culturas que casan tan mal? Pues ahí tenemos la explicación del por qué de la sociología italiana. Así que no te extrañe si haces algo que en España es perfectamente normal y de repente te miran raro, hay que asimilar que esto es Italia  por mucho que nos parezcamos, al final, es otra cultura.
No quiero generalizar, cada persona es un mundo al fin y al cabo, pero estoy viviendo con cinco italianas, cada una de un punto diferente del sur de Italia y ésta es la conclusión a la que he llegado después de conocerlas y conocer otras personas de otros puntos del país. No quiero que nadie se moleste, porque es sólo mi punto de vista. :)

1 comentario:

  1. Parlare di sessoooo? Mai e poi mai! Ma non sai che tutta l'Italia è sotto controllo papale costante? Hehehe

    Te ha faltado hablar de las obsesión de los italianos por el bidet, que aunque de sexo no se hable las partes intimas siempre tienen que estar listas para la acción!

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